sábado, 8 de septiembre de 2012

Taller de Masaje Infantil 12 y 19 de Septiembre


En Materna empezamos el curso ofreciendo 2 talleres de Masaje Infantil. Nuestra idea es ofertar este taller periódicamente (cada 3-4 meses) ya que siempre hay nuevos bebés y nuevas mamis con ganas de practicar esta técnica. A continuación os informamos de los beneficios del Masaje Infantil:


Las palabras Masaje Infantil engloban una serie de técnicas de tacto, voz y mirada, que se han ido entrelazando, dando una estructura suficientemente acertada como para constatar unos beneficios para padres y madres y/o cuidadores y sus niños. Estos beneficios no se quedan tan solo en el ámbito fisiológico, sino que llegan más allá, donde las fibras sensibles del sistema emocional son estimuladas y fortalecidas para poder crear un marco de confianza, seguridad y aceptación emocional. Esto favorecerá un crecimiento más equilibrado en todos los ámbitos de su persona.
El masaje proporciona beneficios a diferentes niveles:
Sistema nervioso:
La piel es el mayor y más poderoso sistema de comunicación de que dispone el bebé; a través del tacto se transmiten infinidad de mensajes del medio externo al interno (el cerebro).
Estos estímulos externos, durante gran parte de la vida del niño se reciben principalmente vía tacto (hasta los 12 años sigue siendo el sentido predominante para integrar información del mundo exterior). El tacto favorece el proceso de mielinización.
A partir de los 7 años, el proceso de inhervación del córtex se suma al proceso de la mielinización que se haya producido.
Sistema hormonal:
  • Reducción del ACTH y las catecolaminas
  • Liberación de endorfina, oxitocina y prolactina
    La prolactina es la encargada de la producción de leche y tiene una misión fundamental en la relación madre-hijo. Esta hormona facilita la creación de la conducta maternal: las ganas de atender y cuidar al bebé, encontrarle lo positivo para favorecer la vinculación, ganas de tocarlo, acariciarlo... La prolactina no solo se desprende en la madre sinó también en el padre o hermanos cuando contactan afectuosamente con el bebé vía tacto.
Sistema inmunológico:
Una situación de tranquilidad mantiene en equilibrio el sistema inmunológico y mejora su funcionamiento. El estrés, por el contrario, lo debilita.
La seguridad emocional que podemos ofrecer al bebé a través de un contacto corporal amoroso y continuado, así como el hecho de favorecer un estado de tranquilidad y relajación, fortalecerán su sistema inmunológico.
Sistema gastro-intestinal:
El masaje durante los primeros meses ayuda a madurar el sistema gastro-intestinal, y después a regularlo.
El masaje ayuda en situaciones de cólicos y gases a disminuir el dolor y las incomodidades, así pues, favorece a la creación de un ambiente más distendido en la familia facilitando una mejor relación entre padres e hijos desde los primeros días de vida.
Sistema respiratorio:
El masaje en la zona del pecho, espalda y hombros ayuda a regular el sistema respiratorio.
Sistema circulatorio:
A mayor aporte de oxígeno mayor limpieza de la sangre. Los movimientos de vaciado venoso (los de entrada) ayudan al retorno de la sangre al corazón y producen un efecto tonificante. Los de salida ayudan a la sangre a llegar hasta los extremos (manos y pies) y producen un efecto relajante.

Sistema linfático:
Ayuda a drenar el sistema linfático suavemente.
Sistema muscular:
El masaje tiene un efecto relajante y tonificante de la musculatura. Ayuda a disolver nudos de tensión física y emocional, que el niño va acumulando a lo largo de los días.
En el niño, las tensiones físicas se acumulan en diferentes zonas musculares según la fase motriz en la que se encuentre.

El placer sensorial es importantísimo para poder vivir el cuerpo y el ser con libertad, obertura, sensualidad, sensibilidad y autonomía.
El masaje es una muy buena herramienta que nos permite tomar conciencia de forma placentera de las dimensiones y el espacio de nuestro cuerpo en relación al espacio externo.
Nos permite conocer nuestros límites corporales, que en el futuro nos ayudarán a conocer nuestros límites respecto a los demás y a respetarlos.
Si este conocimiento ha sido placentero, implica una aceptación buena de uno mismo, factor importantísimo para la seguridad, confianza y autoestima. Esta seguridad es la que nos mantiene en equilibrio emocional y nos permite abrirnos al mundo aceptando a los demás.


Tensión: porque el estímulo táctil, auditivo, visual, emocional... que "juegan" en el masaje, ponen al bebé en estado de alerta, i lo abre a procesos de memorización y aprendizaje.
Relajación: porque reduce la tensión excesiva cuando se canaliza. Ayuda a autorregular y procesar las experiencias vividas y permite al bebé liberar las tensiones acumuladas del día con la persona en quien más confía, en un clima cálido, tranquilo, de amor y acogida.
Con el masaje, el bebé aprende a responder a la tensión con la relajación.
El masaje diario aumenta el umbral para soportar los estímulos en la mayoría de los bebes.
Los bebés con problemas de aceptación del tacto (prematuros, hipersensitivos...), van aumentando gradualmente la tolerancia de forma suave y cuidadosa. La escucha del niño es básica al dar el masaje.
El contacto corporal, vivido de forma positiva, ayuda al niño a disolver tensiones corporales-emocionales, ya que le permite una vía de canalización y salida de sus angustias.
A veces, cuando tocamos a un niño durante el masaje, se desencadena el llanto. Este llanto puede no estar relacionado a una razón fisiológica concreta, ni al rechazo a nuestro contacto. Podemos haber facilitado una vía de salida a una situación estresante. Este llanto es positivo y bueno que se produzca. Saber escuchar y acompañar este llanto es una necesidad que acerca y fortalece la relación y la confianza.
Por lo tanto podemos decir que el masaje en los niños tiene dos funciones liberadoras:
  • Liberadora de tensiones físicas producidas por la tensión excesiva.
  • De liberación emocional.

Ayuda a crear y a nutrir los lazos entre madre/padre/bebé, que tan importantes son en la relación y comunicación entre ellos.
Cuanto más vinculados estén los padres respecto al niño:
  • Más vinculado estará el niño con los padres, convirtiendo esta relación comunicativa tan fuerte en la base sobre la que se ira construyendo el desarrollo positivo de su persona.
  • Este vínculo no solo se puede establecer con la madre. La función del padre es básica en el nuevo núcleo familiar.
    El masaje diario, permite al padre encontrar una relación intensa con su pequeño desde los inicios.
  • Menos probabilidad habrá de abandono físico, psíquico o emocional del niño, y por lo tanto, disminuye el riesgo de maltrato infantil.
Cuando hay unos vínculos afectivos fuertes, hay una buena base para un mejor conocimiento mútuo.
Aunque las condiciones no hayan sido favorables y no se haya podido establecer una vinculación inicial, el masaje infantil puede ser una vía para potenciar este vínculo.

Fuente: Asociación Española de Masaje Infantil http://www.masajeinfantil.es


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